La crisis de la Selva Amazónica
En los últimos días se ha popularizado el hastag #AmazoníaEnPeligro que busca la acción del Gobierno Nacional para frenar la deforestación y demás actividades ilícitas, que se han convertido en una crisis para las comunidades que habitan esta región del país, como las tribus Nukak, Puinave y Curripaco. Adicional a esto, se resalta que es tarea de todos cuidar el hogar de millones de especies de fauna y flora silvestre, ya que estos se ven perjudicados al perder su hábitat natural, lo que también implica una pérdida significativa en el avance por el cuidado del ecosistema colombiano.
Medios de comunicación como El Tiempo y El Espectador han realizado reportajes y artículos para exponer las graves consecuencias que tiene la deforestación tanto para las especies endémicas como para el cambio climático y la riqueza natural del país, la cual sirve de sustento para el resto del mundo.
La Amazonía es considerada el pulmón del planeta, ya que cuenta con reservas naturales como el Refugio Imerí (ubicado en el Alto Vaupés). La importancia de esta selva radica en que una de sus funciones fundamentales es absorber gases como el dióxido de carbono, y al mismo tiempo, purifica el aire, liberando oxígeno a través del proceso de la fotosíntesis.
Pero la deforestación no es la única causa de que actualmente la selva amazónica esté en peligro, puesto que la minoría, una actividad que busca extraer minerales como el oro, también la pone en riesgo. Esta labor afecta directamente alrededor de 30 ríos, esto debido los procesos químicos empleados para la extracción, así como el uso del mercurio, el cual se adhiere a los animales, plantas y a los seres humanos provocando reacciones tóxicas perjudiciales para su supervivencia.
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En suma, el Gobierno Nacional otorgó 54 títulos mineros a varias multinacionales, una de ellas es la empresa Cosigo Frontier Mining Corporatión, para la cual la Corte Constitucional mencionó mediante una sentencia que su accionar en la región era “desvirtuar las bondades derivadas de la declaración de un Parque Nacional Natural, persuadir a las comunidades de los beneficios de la explotación minera, adelantando para ello una posible campaña de desinformación”.
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Así como lo expresó un integrante de la comunidad Acitava al periódico El País: “La multinacional empieza a desinformar a las comunidades para tratar de convencerlos de las ventajas de un proyecto minero. Rompieron el proceso político de estas y se crearon dos asociaciones indígenas para torpedear la consulta y la creación del parque”