Para poder hablar de ética, es necesario entender qué significa, entonces de acuerdo con la Real Academia Española, este es el “conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida.” Por lo tanto, cuando lo aplicamos a una profesión, se hace referencia a la serie de reglas que se deben seguir de acuerdo con la misma. Ahora bien, ¿Cuál es la ética periodística y cómo la aplicamos al mundo digital?

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La ética periodística hace referencia al cumplimiento de los lineamientos de los profesionales al momento de realizar sus trabajos, es decir, que la información sea verdadera y que la intención del periodista siempre gire en torno no solo a esta última, sino también al compromiso, la independencia y la responsabilidad con la sociedad. Porque los periodistas tenemos un deber que va más allá de “brindar la información”, nuestra labor se encarga de educar a las personas, alfabetizarlas y mostrarles la realidad, de manera tal que estas comprendan y puedan tomar decisiones acertadas, basadas en argumentos.

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Los entornos digitales nos han permitido conocer los acontecimientos de una manera inmediata, pero esta inmediatez no garantiza que se estén entregando todos los datos necesarios para que este se compruebe y logre ser entendido, por el contrario, la necesidad de “ser los primeros” ha hecho que la calidad de los artículos baje, que estén incompletos, entre otros., entonces es acá en donde los periodistas nos encontramos en un debate ¿entregar la información incompleta pero inmediatamente o tardar más tiempo pero que esta esté completa?

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Ante esta cuestión, de manera personal, considero que la inmediatez no debe primar sobre la calidad del artículo, puesto que, de nada vale entregar el producto incompleto y en malas condiciones, ya que esto evitará que los lectores sean fieles, pondrán en tela de juicio mi criterio como periodista y dejarán de creer en mis productos. En cambio, cuando la información está completa, es verdadera, veraz, pero tarda un poco más, esta se podrá difundir más, estará cumpliendo con la labor de aportar a la sociedad y fidelizará a mis lectores.

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Además de esto, la inmediatez en ocasiones puede derivar en desinformación y confusión para los lectores, porque la necesidad de publicar instantáneamente no permitirá la verificación de datos, por ejemplo, lo que, a su vez terminará creando un artículo con vacíos y con errores, que hacen que los lectores crean y difunden algo que es falso.

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Teniendo en cuenta lo anterior, es importante hacer énfasis en la necesidad de la formación periodística, en la que se educa a la persona en principios fundamentales para el desarrollo de la labor, se explica la importancia que esta tiene en la sociedad y el manejo que se le debe dar a la información.

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Es por esto que no todas las personas pueden ser periodistas, los profesionales tenemos la responsabilidad de dar un manejo cuidadoso a la información, porque cuando esta abunda se corre el riesgo de desinformar, crear sesgos e incluso, afectar la vida de alguien o de una comunidad. Los profesionales nos debemos destacar sobre los demás en la rigurosidad de la investigación, el apego a la verdad, debemos ser “amigos de la paz y la dignidad humana”, tal como se explica en El Manual de Ética Periodística.

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Finalmente, la ética periodística en el mundo digital, exige la rigurosidad, compromiso, responsabilidad y respeto del periodista, porque cuando la información abunda como en Internet, nosotros debemos ser los filtros para las personas, somos los encargados de desmentir lo falso, difundir lo verdadero con objetividad y de crear pensamiento crítico en todos, para así tener una sociedad que decida sin sesgo ni manipulación, sino por convicción, entonces, cuando el periodista falla a su ética, también le falla a la sociedad.