La desinformación que viven los ciudadanos de Colombia es alarmante, debido a que, en su mayoría, la población se informa de todos medios de comunicación tradicionales que en este caso ya se encuentran muy limitados a presentar sucesos reales del contexto, si no, que se inclina más por asuntos que vayan en pro de sus directrices y/o socios mayoritarios. En este caso, el trabajo de los periodistas que no están ligados a estos canales de información, se basa en fidelizar públicos de todo tipo al difundir información completamente investigada y sin intermediarios dentro de esta para publicarla, precisamente porque se busca dejar omitir cifras, datos y hechos que son censurados por la televisión, la radio, el periódico e incluso hasta el internet.

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Es aquí, donde la ética profesional de un periodista entra en juego, todo con relación a que su formación profesional se da a partir de un proceso que le permita establecer un criterio profesional donde NO se pierda la brecha informativa por la cuál se trabaja, y que es uno de los objetivos que da garantía de su trabajo.

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Ahora bien, por lo mencionado anteriormente la labor del profesional en periodismo se ha convertido en un tema completamente independiente de los medios tradicionales, precisamente porque lo que se busca es migrar a blogs y contenidos digitales más informativos, donde se espera que todo tipo de espectador interactúe con la información, sea más consiente de la realidad y del contexto en el que se encuentra. Logrando así, poner en práctica todas las herramientas que construyen una sociedad bien informada y con argumentos válidos para poner en duda todo aquello que puede ser perjudicial para todos aquellos que no se atreven a ir más allá de los hechos noticiosos.